Cuando estamos frente a nuestros estudiantes , estamos frente a un ser con un enmarañamiento de sentidos , emociones , instintos, pensamientos . Millones de conexiones nerviosas listas a recibir la información ya sea para lanzarla al último rincón de el cerebro, ya sea para dejarla en un sitio determinado para por si acaso en algún momento sirva de algo , ya sea para que les sirva al momento de discernir , tomar una decisión importante o irrelevante, o para que les permita transformar , realizar una actividad, acción en su medio y pueda transformarlo, siendo esta acción no muy notoria , tal vez insignificante o muy importante, o en el mejor de los casos para transformar su interioridad.
Pero además de ese suceso cerebral hay un acontecimiento histórico que lo afecta , sea pasado próximo o lejano y por supuesto un presente que lo envuelve, el cual le origina sentimientos y diálogos internos.
Todo esto es lo que tenemos al frente en cada personita que esta sentada mirándonos con expectativa o, perdido en su mundo o desubicado en el nuestro.
Nuestra labor docente es el puente entre la verdadera realidad de esa personita y su futuro....
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