7 trucos altamente efectivos para emocionar a tus alumnos
Se puede y se debe enseñar emocionando. Como docente debes encontrar un equilibrio entre lo que enseñas desde la inteligencia intelectual y lo que enseñas desde la inteligencia emocional.

No es suficiente con transmitir conocimientos. También es preciso enseñar con emoción y desde la emoción. ¿Cómo? Aquí tienes algunos trucos realmente efectivos para emocionar a tus alumnos.
1. Recordar para aprender, recordar para emocionar. A lo largo del curso aprovecha algunos momentos de una sesión para recordar, para rememorar algunos episodios que tanto para el grupo como para ti hayan sido importantes o hayan tenido un valor emocional. Como docente, te empeñas en que tus alumnos no olviden tus contenidos. Haz lo mismo con los recuerdos. Son una excelente herramienta para la cohesión de grupo, para arrancar una sonrisa, para ganar en complicidad. Algunos ejemplos:
- El primer día de clase.
- La primera salida escolar.
- Un aniversario.
- Algún conflicto resuelto satisfactoriamente.
2. Anécdota. A diferencia del recuerdo, la anécdota tiene una carga menos emocional, pero es tremendamente útil para congeniar con tus alumnos. Sírvete de una anécdota que esté asociada a un momento mágico, que esté asociada al humor, a la risa. Son momentos muy efectivos desde el punto de vista emocional porque puedes acudir de forma recurrente a ellos en distintos momentos en los que el grupo no responde de la manera que te gustaría. Con la anécdota te reirás con ellos, no de ellos. Aquí algunos ejemplos:
- Una respuesta graciosa de un alumno.
- Un lapsus linguae.
- Un tropezón.
- Un regalo sorpresa.
3. Imagen. Sírvete de imágenes para emocionar, para ello lo mejor es asociar una imagen a una frase o lema. En este caso te recomiendo que intentes crear expectativas, es decir, puedes decir el día anterior que mañana les tienes preparado algo muy especial, algo que les va a encantar. Para emocionar hay momentos en los que previamente hay que crear expectativas. De esta forma la predisposición para que el mensaje llegue a tus alumnos es mucho más efectiva.
4. Confesión. Siempre he defendido la teatralización como la forma más efectiva y directa de llegar al corazón de tus alumnos. La dramatización tiene una gran efectividad porque transforma una clase aparentemente aburrida en un auténtico espectáculo. El truco de la confesión consiste en ponerte delante de tus alumnos con un papel en la mano. Esta actuación es para dar a conocer a tus alumnos que lo que va a pasar está fuera de toda rutina. Ahora lo único que tienes que hacer es confesarles lo mucho que te importan, lo bien que te sientes con ellos, lo mucho que has aprendido a su lado. Sé breve, directo, conciso, usa un lenguaje muy cercano a ellos e intenta que no supere los dos minutos. Cuando hayas acabado, pliega el papel, guárdalo en un bolsillo, levanta la cabeza y mantente en silencio esperando la reacción de tus alumnos. En ese momento habrás creado magia, emoción. Habrás conseguido ganarte a tus alumnos y tu actuación será lo que recordarán de ti para siempre. ¿Miedo al ridículo? No hay ridículo cuando lo que transmites es verdadero y sentido.
5. Dinámicas grupales. Coloca a tus alumnos formando un círculo con las mesas. Deben colocarse de forma aleatoria. A continuación, dales un papel. En ese papel deben escribir una cualidad positiva o una declaración de amistad del compañero que tienen a su izquierda. Empiezas tú leyéndola. Para ello te pondrás de pie y la leerás en voz alta y mirando al alumno. Cuando la hayas leído, le abrazarás o le chocarás la mano. Se seguirá el mismo procedimiento con el resto de alumnos. Al finalizar la rueda, todos deben entrar dentro del círculo de mesas y abrazarse entre todos. Cuidado con las emociones. Para muchos de tus alumnos se convertirá en un momento inolvidable.
6. Regalos. Regala algo a tus alumnos e intenta que sea lo más personalizado posible y hecho por ti mismo. El regalo tiene un altísimo valor para un alumno y una fuerte carga emocional. Sírvete de este truco para crear momentos especiales, para que tu paso por aquel grupo tenga una materialización para tus alumnos. Yo lo llamo emociones materiales.
7. Video. Durante el curso toma muchas fotos y videos de tus alumnos con el móvil. Crea un video al final de curso donde retomes todos esos momentos. A las imágenes les añado una canción pegadiza o que para muchos de los alumnos tiene una fuerte carga emocional. Utilízalo para los últimos días de cada evaluación y, sobre todo, a final de curso. Luego puedes compartirlo y que se lo queden como recuerdo. No hay nada que emocione más a las personas que ver su imagen y asociarla a un recuerdo a través de una canción con un significado especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario